martes, 20 de agosto de 2013

He reído solo para hacer creer a la gente que soy feliz. He llorado hasta que se me agotasen las lágrimas. He perdonado lo imperdonable.
He tenido, tengo y tendré a las mejores personas cerca. Apoyo, cariño, demostraciones, son palabras que deben estar presentes en todos nosotros, en nuestros ideales. He sacado fuerzas de donde no las había. He hecho reír a la gente con mil tonterías. He tenido el valor de construir un futuro que jamás se cumplirá porque soñar es gratis, ¿no? Me he comportado como una niña pequeña solo para que vieran que todavía tengo algo inmaduro dentro de mi. Los buenos tiempos no deberían cambiar nunca, y no hay nada mejor que sentirse como un niño pequeño al que le acaban de dar una piruleta de fresa o coca-cola.
He sido el pañuelo de lágrimas de aquellos que se han derrumbado, el hombro en el que se han consolado. Me he echo la sorda solo para no oír lo que no quería escuchar, y la ciega para no ver lo que dolía. He tenido el coraje de decir lo que pienso, y no debería utilizar el significado de coraje en relación a decir lo que pienso, eso se llama sinceridad y buenas intenciones.
Me he tragado mi orgullo para no perder a personas importantes. Me he guardado cientos de lágrimas para hacer creer que soy fuerte. He tenido momentos de locura solo para ver como la gente es feliz, aunque la locura me acompaña siempre. Y hoy, he sido capaz de levantarme y mirar hacia adelante, porque la vida es demasiado corta y demasiado puta como para desaprovechar todos y cada uno de los días que
nos quedan.